sábado, 31 de octubre de 2009

Tercer Capitulo

¡Sorpresa!
Y ya estábamos en east haptoms, la ciudad mas aburrida (para mi pero no para mis amigos) de todo el planeta.
Y como había dicho antes, mi papa estaba en la mansión, totalmente calmado, con sus cabellos cortos de un castano oscuro, su chaqueta de cuero preferida y sus lentes de sol.
Y mi madre como casi siempre no estaba allí, pero supuse que se había retrasado o algo así.
Estabamos bajándonos de la limosina justo al frente de la mansión cuando…
-Hola, chicos y chicas.-Dijo mi papa con voz autoritaria, y todos se voltearon hacia el.
-Hola papito bello.-
-Hola señor Albert.- saludaron todos casi simultáneamente.
-Como les fue en el viaje?- Dijo con voz jovial y llena de emoción.
-Bien papi, pero Yaime se retraso un poco, raramente.
-Si, ya estoy enterado. Pero cuéntenme les agrado el vuelo, o fue muy largo?
-Estuvo bien, Tio Albert,-así le decía Daviana a mi papa por cariño- muchas gracias por todo esto, en serio todos estamos muy agradecidos de que se haya dispuesto a pagar todos nuestros gastos fue un gesto muy lindo.
-No hay problema, dejen de agradecerme, para mi ustedes son como de nuestra familia y yo nunca dejo que mi familia page nada.
-Buena ya, basta de agradecimientos y bla, bla, bla…-Dije un poco fastidiada no podía esperar ni un poco mas para que mi papa nos diera la sorpresa.
-Cierto, basta de tanta charla, pasen, están es su casa, y lo digo en serio, esta es su casa pueden hacer lo que quieran, comer, saltar, gritar, no tengo ningún problema. Pasen y busquen sus habitaciones, en cada puerta hay un cartel con el nombre de cada uno de ustedes así que pasen y diviértanse, yo tengo una junta, nos vemos en la noche. Que dios les bendiga.
-Papi te amo, cuidate mucho.
Me guino el ojo y se fue.
-Muevanse, que esperan, saben que quieren entrar, corran vayan, los empleados se encargaran de sus equipajes.
Y no tuve que decir mas nada todos salieron corriendo hacia la mansión.
Yo llame a los empleados y dije que pusieran los equipajes en las habitaciones y lo desenpacaran y que no dejaran que mis amigos hicieran nada.
Luego me fui a mi gran habitación, esta era totalmete distinta a la de puerto Ordaz, era mas colorida y diferente. Luego me eche en la cama… y vi la supuesta SORPRESA de mi papa.
Era un ticket de ida hacia Los Angles, que bien, aun que ya había ido antes con mi familia, estaba emocionada por ir con mis amigos.
Sabia que no iban a tardar mucho en venir a mostrarme sus pasajes.
Y llegaron mis amigos…
-Virginia! Viste los pasajes? Que bien que se le ocurrió esto a tu papa, que emoción ya quiero que nos vayamos.- Dijo Maria en lo que entro a la habitación con mucha emoción, con tanta que hablaba muy rápido y las palabras chocaban entre si.
-Tranquilizate. Respira, no es la gran cosa, respira respira…
-Ok, ya.

-Ya vi los boletos, esa es la gran sorpresa, no es tan buena como me lo esperaba-aunque me imaginaba que había algo oculto entre todo esto, ya que mi papa me conoce y sabe que eso no es la gran cosa para mí-, pero igual es una sorpresa así que…
-Guau! Esto si es vivir bien, tremenda casa!-Interrumpió Cesar.
-Gracias, toda tuya.
-Y las demás?- Pregunto María sin mucho interés.
-Aquí!- Dijeron Victoria, Paola y Daviana.
-Vieron los boletos, me imagino que si, que les parece?- Pregunte, con la esperanza de que a alguien le emocionara la idea de viajar a Los Angeles.
-Si los vimos y están super buenos, no puedo esperar para irme, pero tengo que admitirlo esta casa es lo máximo, me encanta mi habitación.-Dijo Daviana.
-Jaja! Si, todas las habitaciones están decoradas según sus gustos yo llame a mi papa para que le pusiera accesorios y cosas así para que sea de su agrado. Ya que vamos a pasar aquí un buen rato.
-Cierto, pero me encanta me encanta todo.-Dijo Victoria.
-Vamonos de aquí salgamos de el cuarto de Virginia, dejemosla respirar.- Dijo Daviana.
-Gracias, vayan y diviértanse en la casa, hagan lo que quieran sin pena, esta casa es de ustedes, juegen, griten, salten, corran, toda suya. Yo por mi parte voy a hablar con mi papa y me voy a bañar.
Todos salieron de mi cuarto sin decir nada, y se fueron a hacer no se que.
Agarre el teléfono color fucsia de mi cuarto y marque el teléfono de mi papa.
-Papa, de que se trata todo esto?
-No entiendo que pasa mi reina?
-Por que Los Angeles?
-Alla lo averiguaras, te va a gustar mi verdadera sorpresa, te lo prometo, te va a gustar.
-Ok papi te amo mucho!
-Yo también hija bella, cuidate, dile a tus amigos que se diviertan muchísimo.
-Lo harán.- nos reimos juntos y colge el teléfono.
<
Bueno la sorpresa no era el viaje, bueno luego lo averiguare, mientras me voy a divertir...> Me dije a mi misma en un intento de tranquilizarme y en verdad divertirme.

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